Re: Défi du 23 avril 2016
Plume d'Or
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Chère Delphine, Je te réponds alors que j'écoute avec plaisir la chanson Toi + moi. Merci pour ton commentaire. Je m'en vais maintenant proposer le défi de la semaine. Je te souhaite un magnifique week end au milieu des tiens. Bises. Amitiés de Dijon. Jacques
Posté le : 30/04/2016 11:51
Re: Pierre Lazareff
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Tu peux dire merci papa. La curiosité, le plaisir d'apprendre et de vivre dans notre histoire. Comme toi j'étais toujours au rendez-vous. Apprendre, savoir, savoir, découvrir, comprendre .... quel bonheur! C'étais quand l'histoire devenait un spectacle Tu te souviens :VIDEO VIDEO VIDEO VIDEO
Posté le : 30/04/2016 08:39
Re: Défi du 23 avril 2016
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Puissent Isté, nos politiques avoir ce grain de folie qui nous les rendrait sympathiques, alors qu’avec leurs promesses de lendemain meilleur, on constate qu’ils sont véritablement atteints d’affabulations chroniques, qui justifiaient un internement en psychiatrie.. Mais comme le prétendait un pamphlétaire dont le patronyme m’échappe :’’ La France est un pays qui adore changer de gouvernement à condition que ce soit toujours le même. ‘’ Dés lors l’espoir est de mise !! Nul doute, si j’en juge d’après ton histoire, une visite en cave développe le sens de la narration et de ………l’humour !!, de fait, je pars de ce pas déboucher une bouteille de Faugéres pour exciter mon neurone solitaire….…. Amitiés Isté, en rappelant ce dicton de Bourgogne :’’Le vin fait du bien aux femmes, surtout si ce sont les hommes qui le boivent’’
Posté le : 28/04/2016 20:05
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Le bonheur est une chose qui se double,..…..si on le partage … Titi
Re: Défi du 23 avril 2016
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Couscous la féministe a frappé !! Quel regard critique malveillant jeté sur la gente masculine, qui n’a de cesse de répondre aux moindres désirs de leurs épouses………. ou de leurs maitresses. Nous savons tous que le femme est l’avenir de l’homme, ce qui d’ailleurs, quelquefois, nous donne l’envie de lui hurler : Madame, revenez donc demain !!! Pour ma part, je vous donne un exemple de ma considération vis-à -vis de mon épouse : Tous les matins je lui monte son café !!...................................il ne lui reste plus qu’a le moudre…. Tu vois la mauvaise langue que tu es ma chère couscous, d’autant….que toutes les vérités nesont pas bonnes à dire, et moins encore à écrire !! Allez, je te fais néanmoins un gros bisou, toutefois sache que si la femme était foncièrement bonne, Dieu en aurait une aussi. Ce qui me navre, c’est que je me suis, malgré mon désaccord sur ces propos sexistes que je désapprouve, bien marré avec ton histoire truculente, mais évidement fort romancée !!!
Posté le : 28/04/2016 19:32
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Re: Défi du 23 avril 2016
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Cher Jacques,
Une vraie histoire de fous ! Mais lorsqu'il s'agit de politique, c'est tout à fait normal.
Ton texte me fait penser à cette chanson :
https://www.youtube.com/watch?v=kOru9ITtVIg Merci mon ami. Garde toujours ce grain de folie douce.
Bises
Couscous
Posté le : 28/04/2016 06:44
Re: Jorge Manrique
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Tu as eu la chance d'être allé à Cuenca, veinard ! Car ce n'est pas qu'un voyage, c'est surtout un merveilleux voyage dans le temps, l'âme castillane d'antan vit encore là -bas. Je suis très sensible à la musique de cette poésie, tiens je te la mets en Espagnol. Puis traduite (plutôt bien traduite d'ailleurs, la musique est moins présente en français mais le ressenti est là .) A la Muerte del Maestre de Santiago Don Rodrigo Manrique, Su Padre Jorge Manrique (1440–1479) • Recuerde el alma dormida, Avive el seso y despierte Contemplando Cómo se pasa la vida, Cómo se viene la muerte Tan callando ; Cuán presto se va el placer, Cómo después de acordado Da dolor, Cómo a nuestro parescer Cualquiere tiempo pasado Fue mejor. Y pues vemos lo presente Cómo en un punto s’es ido E acabado, Si juzgamos sabiamente, Daremos lo non venido Por pasado. Non se engañe nadie, no, Pensando que ha de durar Lo que espera Más que duró lo que vio, Porque todo ha de pasar Por tal manera. Nuestras vidas son los rÃos Que van a dar en la mar, Que es el morir ; Allà van los señorÃos Derechos a se acabar E consumir ; Allà los rÃos caudales, Allà los otros medianos E más chicos ; Allegados, son iguales Los que viven por sus manos E los ricos. Invocación Dexo las invocaciones De los famosos poetas Y oradores ; Non curo de sus ficciones, Que traen yerbas secretas Sus sabores. A aquél solo me encomiendo, A aquél solo invoco yo De verdad, Que en este mundo viviendo, El mundo non conoció Su deidad. Este mundo es el camino Para el otro, qu’es morada Sin pesar ; Mas cumple tener buen tino Para andar esta jornada Sin errar. Partimos cuando nascemos, Andamos mientras vivimos, Y llegamos Al tiempo que fenecemos ; Asà que cuando morimos Descansamos. Este mundo bueno fue Si bien usásemos d’él Como debemos, Porque, segund nuestra fe, Es para ganar aquél Que atendemos. Y aún el Hijo de Dios, Para sobirnos al cielo, Descendió A nascer acá entre nos. Y a vivir en este suelo Do murió. Ved de cuán poco valor Son las cosas tras que andamos Y corremos; Que en este mundo traidor Aun primero que muramos Las perdemos : D’ellas deshace la edad, D’ellas casos desastrados Que acaescen, D’ellas, por su calidad, En los más altos estados Desfallescen. Decidme: la hermosura, La gentil frescura y tez De la cara, La color e la blancura, Cuando viene la vejez ¿Cuál se para ? Las mañas e ligereza E la fuerza corporal De juventud, Todo se torna gaveza Cuando llega el arrabal De senectud. Pues la sangre de los godos, El linaje e la nobleza Tan crescida, ¡Por cuántas vÃas e modos Se pierde su grand alteza En esta vida ! ¡Unos por poco valer, por cuán baxos e abatidos Que los tienen ! ¡Otros que por no tener, Con oficios non debidos Se mantienen ! Los estados e riqueza Que nos dexan a deshora ¿Quién lo duda ? Non les pidamos firmeza Pues que son d’una señora Que se muda. Que bienes son de fortuna Que revuelve con su rueda Presurosa, La cual non puede ser una, Ni ser estable ni queda En una cosa. Pero digo que acompañen E lleguen hasta la huesa Con su dueño ; Por eso non nos engañen, Pues se va la vida apriesa Como un sueño : E los deleites d’acá Son en que nos deleitamos Temporales, E los tormentos d’allá Que por ellos esperamos, Eternales. Los placeres e dulçores D’esta vida trabajada Que tenemos, ¿Qué son sino corredores, E la muerte la celada En que caemos ? No mirando a nuestro daño Corremos a rienda suelta Sin parar ; Desque vemos el engaño E queremos dar la vuelta No hay lugar. Si fuese en nuestro poder Tornar la cara fermosa Corporal, Como podemos hacer El alma tan gloriosa Angelical, ¡Qué diligencia tan viva Tuviéramos cada hora, E tan presta, En componer la cativa, Dexándonos la señora Descompuesta ! Esos reyes poderosos Que vemos por escripturas Ya pasadas, Con casos tristes, llorosos, Fueron sus buenas venturas Trastornadas ; Asà que no hay cosa fuerte ; Que a Papas y Emperadores E Prelados Asà los trata la muerte Como a los pobres pastores De ganados. Dexemos a los Troyanos, Que sus males non los vimos, Ni sus glorias ; Dexemos a los Romanos, Aunque oÃmos o leÃmos Sus hestorias. Non curemos de saber Lo d’aquel siglo pasado Qué fue d’ello ; Vengamos a lo d’ayer, Que también es olvidado Como aquello. ¿Qué se hizo el Rey Don Joan ? Los Infantes de Aragón ¿Qué se hicieron ? ¿Qué fue de tanto galán, Que fue de tanta invención Que truxeron ? Las justas e los torneos, Paramentos, bordaduras E cimeras, ¿Fueron sino devaneos ? ¿Qué fueron sino verduras De las eras ? ¿Qué se hicieron las damas, Sus tocados, sus vestidos, Sus olores ? ¿Qué se hicieron las llamas De los fuegos encendidos De amadores ? ¿Qué se hizo aquel trovar, Las músicas acordadas Que tañÃan ? ¿Qué se hizo aquel dançar Aquellas ropas chapadas Que traÃan ? Pues el otro su heredero, Don Enrique ¡qué poderes Alcanzaba! ¡Cuán blando, cuán al agüero El mundo con sus placeres Se le daba! Mas verás cuán enemigo, Cuán contrario, cuán crüel Se le mostró, Habiéndole sido amigo, ¡Cuán poco duró con él Lo que le dio ! Las dádivas desmedidas, Los edificios reales Llenos d’oro Las baxillas tan febridas, Los enriques e reales Del tesoro ; Los jaeces, los caballos De su gente e atavÃos Tan sobrados, ¿Dónde iremos a buscallos ? ¿Qué fueron sino rocÃos De los prados ? Pues su hermano el inocente, Qu’en su vida sucesor Se llamó, ¡Qué corte tan excellente Tuvo e cuánto gran señor Le siguió ! Mas como fuese mortal, Metióle la muerte luego En su fragua. ¡Oh jüicio divinal ! Cuando más ardÃa el fuego Echaste agua. Pues aquel gran Condestable Maestre que conoscimos Tan privado, Non cumple que d’él se hable, Sino sólo que le vimos Degollado. Sus infinitos tesoros, Sus villas e sus lugares, Su mandar, ¿Qué le fueron sino lloros ? ¿Qué fueron sino pesares Al dexar ? E los otros dos hermanos, Maestres tan prosperados Como reyes, Qu’a los grandes e medianos Traxeron tan sojuzgados A sus leyes ; Aquella prosperidad Que tan alta fue subida Y ensalzada, ¿Qué fue sino claridad Que cuando más encendida Fue amatada ? Tantos Duques excellentes, Tantos Marqueses e Condes E Barones Como vimos tan potentes, Di, muerte, ¿dó los escondes E traspones ? Y sus muy claras hazañas Que hicieron en las guerras Y en las paces, Cuando tú, cruda, t’ensañas, Con tu fuerza los atierras E desfaces. Las huestes innumerables, Los pendones, estandartes E banderas, Los castillos impugnables, Los muros e balüartes E barreras, La cava honda chapada, O cualquier otro reparo ¿Qué aprovecha ? Cuando tú vienes airada Todo lo pasas de claro Con tu flecha. Aquel de buenos abrigo, Amado por virtuoso De la gente, El Maestre Don Rodrigo Manrique, tanto famoso E tan valiente, Sus grandes hechos e claros Non cumple que los alabe, Pues los vieron, Ni los quiera hacer caros, Pues qu’el mundo todo sabe Cuáles fueron. ¡Qué amigo de sus amigos ! ¡Qué señor para criados E parientes ! ¡Qué enemigo d’enemigos ! ¡ Qué Maestre de esforcados E valientes ! ¡Qué seso para discretos ! ¡Qué gracia para donosos ! ¡Qué razón ! ¡Cuán benigno a los subjetos ! ¡A los bravos e dañosos Qué león ! En ventura Octaviano ; Julio César en vencer E batallar ; En la virtud, Africano ; AnÃbal en el saber E trabajar : En la bondad un Trajano; Tito en liberalidad Con alegrÃa ; En su brazo, un Aureliano ; Marco Tulio en la verdad Que prometÃa. Antonio PÃo en clemencia ; Marco Aurelio en igualdad Del semblante : Adriano en la elocuencia ; Teodosio en humanidad E buen talante. Aurelio Alexandre fue En disciplina e rigor De la guerra ; Un Constantino en la fe ; Camilo en el grand amor De su tierra. Non dexó grandes tesoros, Ni alcanzó muchas riquezas Ni baxillas, Mas fizo guerra a los moros, Ganando sus fortalezas E sus villas ; Y en las lides que venció Caballeros y caballos Se prendieron, Y en este oficio ganó Las rentas e los vasallos Que le dieron. Pues por su honra y estado En otros tiempos pasados ¿Cómo se hubo ? Quedando desamparado, Con hermanos e criados Se sostuvo. Después que fechos famosos Hizo en esta dicha guerra Que hacÃa, Hizo tratos tan honrosos, Que le dieron muy más tierra Que tenÃa. Estas sus viejas hestorias Que con su brazo pintó En juventud, Con otras nuevas victorias Agora las renovó En senectud. Por su grand habilidad, Por méritos e ancianÃa Bien gastada Aleançó la dignidad De la gran caballerÃa Del Espada. E sus villas e sus tierras Ocupadas de tiranos Las halló, Mas por cercos e por guerras E por fuero de sus manos Las cobró. Pues nuestro Rey natural, Si de las obras que obró Fue servido, DÃgalo el de Portugal, Y en Castilla quien siguió Su partido. Después de puesta la vida Tantas veces por su ley Al tablero ; Después de tan bien servida La corona de su Rey Verdadero ; Después de tanta hazaña A que non puede bastar Cuenta cierta, En la su villa d’Ocaña Vino la muerte a llamar A su puerta. (Habla la Muerte) Diciendo: « Buen caballero, Dexad el mundo engañoso E su halago ; Vuestro coraçon de acero Muestre su esfuerzo famoso En este trago ; E pues de vida e salud Fecistes tan poca cuenta Por la fama, Esfuércese la virtud Para sofrir esta afrenta Que vos llama. « No se os haga tan amarga La batalla temerosa Qu’esperáis, Pues otra vida más larga De fama tan glorïosa Acá dexáis : Aunque esta vida d’honor Tampoco no es eternal Ni verdadera, Mas con todo es muy mejor Que la otra temporal Perecedera. « El vivir qu’es perdurable Non se gana con estados Mundanales, Ni con vida delectable En que moran los pecados Infernales ; Mas los buenos religiosos Gánanlo con oraciones E con lloros ; Los caballeros famosos Con trabajos e aflicciones Contra moros. « E pues vos, claro varón, Tanta sangre derramastes De paganos, Esperad el galardón Que en este mundo ganastes Por las manos; E con esta confiança E con la fe tan entera Que tenéis, Partid con buena esperança Que’estotra vida tercera Ganaréis. » (Responde el Maestre) « Non tengamos tiempo ya En esta vida mezquina Por tal modo, Que mi voluntad está Conforme con la divina Para todo ; E consiento en mi morir Con voluntad placentera, Clara e pura, Que querer hombre vivir Cuando Dios quiere que muera Es locura. » Oración Tú que por nuestra maldad Tomaste forma servil E baxo nombre ; Tú que en tu divinidad Juntaste cosa tan vil Como el hombre ; Tú que tan grandes tormentos Sofriste sin resistencia En tu persona, Non por mis merescimientos, Mas por tu sola clemencia Me perdonas. Cabo Asà con tal entender Todos sentidos humanos Conservados, Cercado de su mujer, E de sus hijos e hermanos E criados, Dio el alma a quien se la dio, (El cual la ponga en el cielo Y en su gloria), Que aunque la vida perdió, Nos dexó harto consuelo Su memoria. ************* À la Mort du Maître de Santiago Don Rodrigo Manrique, Son Père Jorge Manrique (1440–1479) • Que se rappelle l’âme endormie, S’avivant, en s’éveillant De percevoir Comment s’écoule la vie Comment s’approche la mort Silencieuse, Que vite fuit le plaisir, Qui à peine ressenti Devient douloureux souvenir, Et comment à notre avis Tout instant du passé Nous fut meilleur. Et si nous voyons le présent D’un coup il disparait Et s’achève. Si nous jugeons avec sagesse, Nous traiterons ce qui n’est pas advenu Comme le passé. Que personne ne se trompe En pensant que va durer Ce qu’il espère Plus qu’a duré ce qu’il a vu Parce que tout se passera Egalement. Nos existences sont des fleuves Qui se jetteront dans cette mer Qu’est le mourir; Là -bas s’en vont les hautes lignées Fatalement finir, S’anéantir, Là -bas, vont les immenses fleuves, Là -bas, les rivières modestes Là -bas les petits rus; A l’arrivée tous sont égaux Comme ceux qui vivent de leurs efforts Et les plus riches. Invocation J’oublie les invocations Des poètes de renom Et des orateurs ; N’aime guère leurs fictions, Eux qui ajoutent des drogues secrètes À leurs saveurs. Le seul à qui je me voue Le seul que moi, j’invoque A la vérité C’est celui qui, traversant notre monde, N’y a point été reconnu pour Sa déité. Par ce monde-ci nous cheminons Vers l’autre monde, notre demeure, Sans chagrin, Mais il faut raison garder Pour accomplir ce voyage Sans s’égarer. Nous partons dès notre naissance Nous marchons le temps de la vie, Et arrivons A l’heure où nous nous éteignons; Et c’est ainsi qu’avec la mort Nous est donné le repos. Agréable fut notre monde Si nous apprîmes à y vivre Comme il convient, Puisque, selon notre foi C’est pour gagner celui Auquel nous aspirons. Et même le Fils de Dieu, Pour nous élever dans les cieux, Est descendu vers nous. Naître parmi les nôtres Et vivre sur notre sol Où il mourut. Voyez ces choses infimes Après lesquelles nous marchons Et nous courons ; Dans ce bas monde traître Avant même que nous mourions Nous les perdons : Certaines l’âge les dégrade, Certaines se défont au jeu des crises Qui surviennent, D’autres, appartenant Aux instances les plus hautes S’évanouissent. Dites-moi donc, la beauté, La tendre fraîcheur, le teint Du visage, Sa couleur et sa candeur, Quand arrive la vieillesse Qu’en reste-t-il ? L’adresse et la légèreté Et la force corporelle De la jeunesse, Tout cela devient carcan Lorsqu’apparaît cette gueuse De vieillesse. Regardons le sang des seigneurs, La noblesse et le lignage Si puissant, Par combien de voies et manières Se dissout leur grande majesté De son vivant ! Certains pour leur peu de mérite, Pour bien bas et bien misérables Ils sont considérés ! D’autres qui n’en ont point, Par des emplois honteux Sont maintenus ! Les situations et les richesses Nous quittent avant l’heure, Quoi d’étonnant? Constance n’est point leur fort Puisqu’elles sont atours de grande dame A l’esprit changeant. Ces biens sont ceux de la Fortune Et avec sa roue se retournent Très vite. Elle qui ne saurait être unique, Ni stable ni posée, Un simple instant. Bien qu’elles veuillent s’accrocher Et jusqu’à la fosse accompagner Leur maître ; Elles ne sauraient nous leurrer, Car en un souffle file la vie Comme en un songe : Et les plaisirs de l’ici-bas Ceux dont nous nous réjouissons Sont temporels, Et les tourments de l’au-delà Qu’à cause d’eux nous attendons, Sont éternels. Les plaisirs et les douceurs De cette vie de dur labeur Qui est la nôtre, Ne sont-ils que des passages, Et la mort le traquenard Dans lequel nous tombons ? Sans imaginer notre perte Nous courons à bride abattue Sans un arrêt ; Dès que se montre l’embuscade Et que nous voulons reculer, Il est trop tard. Si nous avions le pouvoir D’embellir notre silhouette Corporelle, Et qu’ainsi nous puissions rendre Notre âme si glorieuse, Angélique, Quelle diligence si vivace Aurions-nous à chaque instant Et si avisée, Pour réparer la mauvaise part , Sans nous soucier de l’apparence Décomposée ! Ces monarques très puissants Dont nous lisons les chroniques Déjà passées, Dans de tristes faits, douloureux Furent leurs bonnes fortunes Bouleversées ; Ainsi, rien n’est assez fort ; Puisque Papes et Empereurs Et prélats La mort les bouscule aussi Comme ces pauvres gardiens Des troupeaux. Ne faisons pas cas des Troyens, Dont nous ne vîmes pas les maux Ni leurs gloires ; Et oublions donc les Romains Et les récits lus et parfois entendus De leurs histoires. Peu nous importe de savoir Les choses du siècle dernier Et ce qu’il y arriva ; Voyons plutôt les choses d’hier, Elles ont été autant oubliées Que celles-là . Où est passé le Roi Don Juan ? Et les Infants d’Aragon Qu’advint-il d’eux ? Où sont passés tant de galants, Que devinrent, tant de blasons Qui disparurent ? Et les joutes et les tournois, Les parures, les broderies Et les cimiers, Quoi d’autres que des bagatelles ? Tout cela ne fut que chimères, Éphémères ? Que sont belles dames devenues Et leurs toilettes et leurs atours, Et leurs parfums ? Que sont les flammes devenues De ces grands feux attisés Des amoureux? Mais où sont passés ces trouvères, Et leurs musiques bien tournées Qu’ils leur chantaient ? Où sont donc passées ces danseuses Et les robes de soie brodées Qui les vêtaient ? Et l’autre aussi, son héritier, Don Henri, que de pouvoirs Il possédait ! Qu’il était tendre et bien doux Le monde avec ses plaisirs Qu’il s’octroyait ! Mais tu verras combien ennemi, Si combatif et si cruel Il se montra, Qu’ayant été son ami Combien peu il fit durer Ce qu’il donna ! Présents accordés sans mesure Édificesroyaux Remplis d’or Vaisselles ouvragées Pièces d’or et deniers Du trésor ; Harnais, chevaux De ses soldats et leurs ornements Excessifs, Où irons-nous désormais les chercher ? Ils ne furent que rosée du matin Sur la prairie ? Et son frère, l’innocent Dont il fit, de son vivant, son successeur À ce qu’on dit, Quelle brillante cour Il eut où de nombreux seigneurs L’ont suivi ! Mais c’était un mortel Et la mort l’enfourna Dans sa forge. Ô, jugement divin ! Quand le feu brûlait plus fort Tu jetas l’eau. Alors ce grand Connétable Maître que nous avons connu Si familier, Il ne sied pas qu’on parle de lui, Sauf que nous l’avons vu Décapité. Ses inestimables trésors, Ses villes et ses bourgs, Son autorité, Ne devinrent-ils pas pour lui des pleurs ? Ne furent-ils que chagrins Pour leur perte ? Et ses deux autres frères, Des Maîtres si prospères Pareils à des rois, Qui, suzerains ou vassaux Assujettirent À leurs lois, Cette grande prospérité Venue de tellement haut Et exaltée, Que fut-elle sinon clarté Qu’au plus brillant éclat Fut matée ? Tant de ces excellents Ducs Tant de Marquis et de Comtes Et de Barons Que nous vîmes si puissants, Dis, la Mort, où les caches-tu Où les as tu endormis ? Que sont à présent les brillants exploits Qu’ils accomplirent au cÅ“ur des guerres Et dans la paix, Quand, toi, féroce, tu t’acharnes, De toutes tes forces, les terrasses Et les défais. Les troupes innombrables, Les bannières, les étendards Et les drapeaux, Les châteaux imprenables, Les hauts murs et les remparts, Les barreaux, La fosse profonde recouverte, Ou n’importe quel abri, Rien ne t’arrête : Quand tu viens aveuglée d’ire Ta flèche transperce tout De part en part. Et lui protecteur des bons, Aimé pour toutes ses vertus De tout son entourage, Le grand Maître Don Rodrigue Manrique, si renommé Et si vaillant, Ses hauts faits sont célèbres, Point nécessaire de les louer, Car tous les virent, Nul besoin d’exagérer Car chacun sait bien Ce qu’ils furent. Quel ami de ses amis ! Quel seigneur pour ses serviteurs Et ses parents ! Quel ennemi pour ses ennemis ! Quel Maître pour les preux Et les vaillants ! Quel esprit pour les sages ! Quelle grâce avec le bel esprit ! Quelle raison ! Qu’il fut aimable avec ses sujets ! Et contre fourbes et malfaisants, Quel lion ! Octave en sa félicité, Jules César pour sa force victorieuse Et ses batailles ; Scipion l’Africain, pour sa vertu ; Hannibal pour le savoir Et le goût du travail ; Pour la bonté, Trajan ; Titus pour sa générosité Et son allégresse ; Aurélien, par la vigueur de son bras ; Marc Antoine pour la valeur De ses engagements. Antoine Pie, pour sa clémence Marc Aurèle pour la ressemblance De son visage ; Hadrien par l’éloquence ; Théodose en humanité Et savoir vivre. Aurèle Alexandre Pour sa discipline et sa rigueur Au combat; Constantin pour sa foi ; Camille pour le grand amour De sa terre. Il ne laissa guère de grands trésors, Ni n’accumula mille richesses Ni vaisselles précieuses, Mais il fit la guerre aux Maures, S’emparant de leurs forteresses Et citadelles ; Dans les combats qu’il remporta Chevaliers et chevaux Nombreux jonchèrent le sol , Et par ses mérites gagna Les rentes et les vassaux Qui lui furent attribués. De son honneur et de son rang Dans d’autres périodes passées Qu’en fut-il donc ? Désemparé, sans protection Avec frères et serviteurs Il résista. Après les actions brillantes Accomplies dans cette guerre Qu’il faisait, Il conclut d’honorables traités Qui multiplièrent les terres Qu’il possédait déjà . Et ces vieilles histoires Qu’avec son bras il peint Dans sa jeunesse, Avec d’autres belles victoires Récemment en son vieil âge Il les refit. Par sa grande habileté, Par mérites et ancienneté Bien expérimentée Il rejoignit la dignité De la grande chevalerie De l’Épée. Et ses villes et ses terres Qu’il trouva Occupées par des tyrans Par les sièges et les guerres C’est par l’habileté de ses mains Qu’il les obtint. Ainsi notre Roi naturel, Par les Å“uvres qu’il accomplit Fut servi, Comme dit celui du Portugal Et en Castille celui là qui prit Son parti. Après avoir tant de fois Librement engagé sa vie Dans le jeu ; Et avoir si bien servi La couronne de son Roi, Fidèlement Après tant et tant d’exploits Qu’une simple addition Ne résumerait pas, Dans sa propre ville d’Ocaña Vint la mort le chercher, À sa porte. (La Mort parle) Elle lui dit : «Bon Chevalier, Quittez ce monde trompeur Et ses flatteries ; Que votre grand cÅ“ur d’acier Montre son élan fameux Dans ce malheur ; Et puisque de votre vie et de votre salut Vous fûtes si peu avare Pour la belle gloire , Que votre vertu accepte De souffrir cette humiliation Qui vous allez devoir subir. « Que ne vous soit pas trop amer Le redoutable combat Qui vous attend, Car une autre vie plus longue De renommée bien glorieuse Ici vous quittez : Quoique cette vie d’honneur Ne soit pas non plus éternelle Ni véritable, Elle demeure malgré tout bien meilleure Que cette autre vie temporelle Et périssable. « La vie éternelle Ne s’obtient pas par les Mondanités, Ni non plus dans un monde de plaisirs Domaine de tous les péchés; Infernaux ; Mais tous les bons religieux La gagnent par les prières Et les pleurs ; Les chevaliers renommés Par leurs luttes et leurs peines Contre les infidèles. « Et puisque, vous, noble guerrier, Tant de sang es Païens Vous avez versé ; Attendez-en la récompense Qu’en ce monde avez gagnée Par vos mains ; Ainsi nanti de cette confiance Et muni de la foi unique Qui sont vôtres, Allez avec force espérance Que cette autre vie, la troisième Vous l’atteindrez. » (Répond le Maître) « Alors ne perdons plus de temps Dans une existence mesquine Telle que celle-ci, Ma volonté est conforme A la volonté divine En toute chose ; Je consens à ma mort Librement et dans la joie, Je le veux ainsi ; Vouloir vivre pour un homme Quand Dieu veut qu’il meure Est pure folie. » Prière Toi, qui par nos péchés As pris forme servile Et humble nom ; Toi qui à ta divinité As adjoint une chose aussi vile Que l’homme ; Toi qui dans de si grands tourments As souffert sans résister En ta personne, Fais que non par mes mérites, Mais par ta clémence seulement Tu me pardonnes. Achèvement Ainsi en un tel accord De tous ses sens humains Dépouillé, Entouré de son épouse, De ses fils, de ses frères Et de ses serviteurs, Rendit son âme au Créateur, (Qu’il veuille la conserver au ciel Et dans sa gloire). Et bien qu’il ait perdu sa vie Nous laisse grand réconfort Sa mémoire. Merci pour ta présence.
Posté le : 27/04/2016 18:16
Re: Pierre Lazareff
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Chère Loriane, Mon cher Papa nous faisait regarder avec assiduité l'émission "cinq colonnes à la une". Reviennent à mes oreilles la musique du générique ainsi que le texte d'annonce de tous les journalistes. Souvenirs, souvenirs. Merci. Amitiés. Jacques
Posté le : 26/04/2016 19:55
Re: Jorge Manrique
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Chère Loriane, Je me suis revu dans la villed e Cuenca que j'ai revu avec bonheur dans le courant du mois de mai 2015. Il a peu écrit mais ses écrits sont très beaux, tant en langue espagnole que dans la traduction française. Encore merci pour tout ce travail de partage de savoir que j'admire. Je trouve cela impressionnant. Amitiés. Jacques
Posté le : 26/04/2016 19:51
Re: Défi du 23 avril 2016
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De Dijon
Niveau : 39; EXP : 1 HP : 190 / 950 MP : 767 / 26006
Cher Serge, Chères Loréennes et chers Loréens, Le retour dans ma cave m'a été fatal, j'ai bien fini par voir double. J'ai opté pour une petite nouvelle psychanalytique que j'ai intitulée : "c'est grave Docteur" La scène se passe dans le cabinet du Docteur Yapadesouci, psychiatre et psychanalyste à Paris. Sa secrétaire très particulière reçoit un coup de téléphone du secrétariat général de la Présidence de la République lui demandant une consultation médicale pour le Président, à 20h, ce lundi 25 avril 2032. Arrive l’heure du rendez vous. La secrétaire médicale introduit le Président dans le bureau médical. - Bonjour cher docteur, j’ai besoin de vous voir ! - Qu’y a-t-il Monsieur le Président. - Puis je avoir toute votre confiance et me garantissez vous que vous ne répéterez pas mes propos? - Voyons, Monsieur le Président, je suis tenu au secret professionnel ! - La valeur du secret professionnel à notre époque médiatique est comme un vent qui se prend à tourner souvent, lui rétorque le Président. - Si vous n’avez pas confiance en moi, allez voir un autre de mes confrères ! - Non, non, j’ai besoin de vous parler à vous ! Voilà Docteur, comme vous le savez, je dois prendre une décision cruciale, savoir si je dois me présenter à la Présidence de la République l’année prochaine, mais un mauvais rêve éveillé, fait la semaine dernière, me torture depuis cette date et m’invite à la prudence. - Si je peux vous aider, je le ferai avec plaisir Monsieur le Président. - Eh bien voilà la nature exacte de mon rêve et le détail précis de la conversation que j’ai eu avec mon double harcèlent mon esprit en permanence au point que je m’en souviens dans les moindres détails. - Je vous écoute, lui dit le Docteur Yapadesouci. - Eh bien voilà Docteur, je suis à bicyclette dans la campagne provençale, me promenant sur une route vicinale entre la garrigue et les vignes des Coteaux du Languedoc lorsque, subitement, je vois derrière moi mon double qui s’apprête à me doubler et je lui dis : - Mais que fais-tu ? - Je te poursuis, me répondit-il ! - Mais pourquoi tu me poursuis puisque tu es déjà moi. - Ah non, je suis toi ! - Toi, c’est moi ! - Pas encore car il me faut te doubler ! - Mais pourquoi me doubler ? lui répondis-je ! - Pour passer en toi et être toi ? - Et tu ne veux pas y rester ? - Ah non, je préfère te doubler ! - Si tu me doubles, tu seras toi et plus moi. - Mais tu m’as bien vu, je suis toi. - Ah non, si tu me doubles, tu ne seras plus moi. Tu seras un autre moi, toi en fait ! Un autre toi en plus de moi ! Et s’il te prenait l’envie de me redoubler, tu deviendrais eux. - Mais alors cela ne serait plus toi et moi, mais toi, moi et eux, me répondit-il ! - Oui mais eux, c’est toi et moi ! Et toi et moi nous ne faisons qu’un. - Ça c’est toi qui le dit ! - Mais c’est aussi toi, puisque toi et moi nous ne faisons qu’un lui répondis-je! - Pour en finir on va se dédoubler ! - Ah non, imagines un peu c’est déjà compliqué à deux. Tu les vois avoir le même discours que nous. L’on va, je crois, devenir fous. - Mais nous le sommes déjà . - Et ce dialogue revenait en boucle cher Docteur, comprenez mon émoi. - Je crois comprendre votre problème, vous ne devez pas doubler votre moi. - Vous me voyez encore en désarroi. Que voulez vous dire ? (Un long silence) Mais pourquoi ? - Il vous faut éviter de vous jeter sur moi ! - Ah non, vous n’allez pas revenir dans mon rêve! - Non, n’allez pas vous jeter sur le toi, mais laissez vous aller au surmoi. Je le tiens votre toi et moi, c’est le surmoi qui vous permettra le refoulement de vos pulsions jugées inacceptables. - Mes pulsions inacceptables ! Je les éliminerai, je les dézinguerai bien tous les candidats à la présidence de la république ! Pourquoi voulez vous que je les refoule, mes pulsions ? C’est tous les candidats qu’il faut refouler ! - Alors vous l’avez votre réponse à votre candidature ! - Dites donc Docteur, vous êtes encore plus fou que moi. - Alors ne me rattrapez pas et ne doublez pas, et vous ne serez pas fou, ou non plutôt, vous serez un fou assumé. Et ainsi vous en deviendrez plus sage. - Ça c’est toi qui le dit ! - Ne vous ai-je pas déjà entendu dire cela ! Allez soyons fous sans l’être tout à fait. Nous serons ainsi plus sages qu’il n’y paraît. Les deux interlocuteurs se regardent dans les yeux pendant plusieurs minutes. Le Président de la République quitte avec surprise le Docteur yapadesouci, après que celui-ci lui ait dit  : - N’allez pas voir la folie ailleurs, regardez vous dans une glace. En vous voyant ainsi fou, vous êtes plus facilement heureux. Amitiés de Dijon où il fait un froid glacial. Jacques
Posté le : 25/04/2016 23:17
Edité par Istenozot sur 26-04-2016 10:50:44 Edité par Istenozot sur 26-04-2016 10:54:11 Edité par Istenozot sur 26-04-2016 10:58:34
Re: Défi du 23 avril 2016
Modérateur
Inscrit: 21/03/2013 20:08
De Belgique
Niveau : 44; EXP : 15 HP : 215 / 1078 MP : 1072 / 35559
De l’autre côté du macho Tony se réveille, avec l’impression d’avoir le crâne coincé dans un étau. Il geint et regarde le réveil qui indique six heures. À côté de lui, une masse bouge et grogne. Bizarre, il est de l’autre côté du lit. Lisa aura sûrement tant gigoter qu’elle lui aura passer au-dessus pendant son sommeil. Il se lève et avance dans la pénombre de la chambre pour aller chercher de l’aspirine. La lumière émise par l’ampoule de la salle de bain lui fait mal aux yeux. Il se pose devant le miroir et manque de tomber dans les pommes en apercevant son visage. Au lieu de l’habituel menton saillant, de ses yeux sombres et de sa tignasse noir corbeau, il se retrouve avec un regard bleu azur, des pommettes refaites et une crinière blonde. Pire, il a perdu ses attributs masculins ! Il est… sa femme ! Il se remémore la soirée de la veille : pas de coucher tardif, pas de fête avec les copains, pas de cuite, du moins dans ses souvenirs. Soudain, à ses côtés apparaît un être vaporeux à la silhouette féminine.
– Alors, tu aimes ta nouvelle apparence ?
– C’est quoi ce mauvais rêve ?
– Non, non, ce serait trop facile. Ce n’est pas un rêve. Tout est bien réel. Tu te souviens de tes propos hier ?
– Plus vraiment… J’ai la tête comme une passoire.
– Tu as osé dire à ton épouse dévouée que tu savais tout faire mieux qu’elle car tu étais un homme. Tu l’as même traitée de faignasse. De quoi provoquer mon courroux.
– Mais qui êtes-vous ? Un fantôme ?
– Une fée ! Je suis la Fée Ministe.
– Non ? Mais je ne crois pas aux fées.
– Ce n’est pas parce que l’on ne croit pas à quelque chose que cela n’existe pas. Crois-tu qu’en niant l’existence de la bêtise humaine, elle disparaîtra ?
– Mais pourquoi m’avoir transformé en ma femme ? On dirait le scénario d’un mauvais film de série B,
– Pour que tu tâches de faire mieux qu’elle puisque tu te targues d’en être capable. Prouve-moi que c’est vrai si tu veux retrouver ton apparence d’origine. À ce soir !
De la chambre, un grognement monte :
– Dépêche-toi de sortir de la salle de bain pour aller chercher les croissants !
Tony quitte la pièce et se retrouve face… à lui-même !
– Tu t’es vue ? Toujours en robe de nuit et pas maquillée à cette heure !
Ne sachant pas quoi rétorquer, il se dirige vers la garde-robe de Lisa et part à la recherche de vêtements en évinçant robes et jupes. Il trouve un jogging de la période où elle était enceinte et l’enfile en vitesse avant de courir chez le boulanger. Ce dernier affiche un air étonné à sa vue.
– Bonjour M’me Legros, z’êtes en retard aujourd’hui ? Z’avez pas l’air en forme..
Un sourire gêné, la commande est passée et payée avant de retourner à la maison. Il est déjà plus que sept heures et le petit Enzo, âgée de sept ans, dort encore. Tony jette sur la table les viennoiseries et monte pour réveiller l’enfant d’une façon un peu brutale. Le petit se met à pleurer car il a fait un cauchemar et réclame un câlin. Tony est prêt à appeler sa femme, mais c’est lui, sa femme ! N’ayant pas l’habitude de prendre son fils dans les bras, il se montre maladroit. Il finit par l’emporter jusque dans la cuisine pour le poser devant un bol de céréales. L’autre Tony descend et réclame son café. Il ne manque pas de lui faire des remontrances sur sa tenue loin d’être glamour.
Avant de sortir, le maître de maison demande son plat préféré pour le soir : un hachis parmentier maison. Il faut presser Enzo qui traîne pour s’habiller. Les cris ne font que ralentir l’opération. Il opte pour la manière douce et l’enfant est déposé avec quelques minutes de retard à l’école. Tony s’en excuse auprès de l’institutrice qui le dévisage des pieds à la tête. De retour à la maison, il se dit qu’il doit revoir sa tenue. Il commence par prendre un soutien-gorge, le rouge qu’il a offert à Lisa pour son anniversaire. L’opération pour l’enfiler lui demande plus de dix minutes et autant de temps pour enfiler des bas résille. Tony se mire dans la glace. Le corps de Lisa est vraiment superbe ainsi mais il se sent serré. Il ne pensait pas que c’était aussi peu confortable. Ne trouvant pas de pantalon, car il a toujours refusé d’en acheter pour sa femme, il jette son dévolu sur une jupe mi-longue et un bustier. Il tente de se maquiller mais les produits sont mystérieux pour lui : lequel pour les joues, pour les yeux ? Il ne connaît que le rouge à lèvres. Il abandonne donc la mission « maquillage ».
Il remarque le bac à linge qui déborde de vêtements car hier, il a décidé de trier ses affaires sales qu’il a tendance à accumuler sur une chaise ou sur des portes-manteaux. Tout est emmené jusqu’à la buanderie qui se trouve au sous-sol et mis dans la machine à laver. Au moment de mettre les produits, Tony remarque qu’il ne sait pas lequel doit être versé dans tel ou tel endroit. Il met tout à plouf, ferme le hublot et active le premier programme venu. Après une heure et demi, les vêtements sortent, certains rétrécis, décolorés et ne sentant pas le frais.
Il est presque midi et la faim se fait sentir. Il n’a rien prévu et le frigo est vide. Une liste de courses est collée sur le congélateur. Il s’en empare avec le sac à main de Lisa. Il cherche son Audi. Mais non ! Lisa conduit la vieille Twingo. Au moment de monter dans la voiture, il remarque que le pneu avant gauche est plat. Elle lui avait dit qu’il fallait le remplacer mais il n’avait pas jugé le problème urgent. Tony retire le pneu de secours du coffre et se met à installer le cric. L’opération n’est pas simple en jupe. Lorsqu’il tente de dévisser les écrous, ses bras désormais féminins manquent cruellement de force. Il s’acroupit et entend un bruit sec ; ses bas viennent de craquer. Un jeune homme s’approche et demande :
– Vous avez besoin d’aide, Madame ?
Tony peste contre la fée Ministe.
– Vas-y, viens m’aider gamin. À deux mecs, on devrait arriver au bout de ce putain d’écrou de merde…
Le jeune garçon le regarde d’un air étonné, trouvant les mots prononcés bien rudes sortis de la bouche d’une jolie dame.
La roue changée, Tony entre retirer ses bas. Il décide de laisser ses jambes nues, tant pis pour les quelques poils visibles. Il part enfin vers le supermarché avec sa Twingo. Il fait une queue de poisson à une autre voiture, comme à son habitude et s’entend dire :
« Femme au volant, mort au tournant ! Va prendre des cours, pétasse ! »
Sur le parking, Tony se fait voler sa place. En temps normal, il aurait bondi hors de son cabriolet pour forcer le malotru à reculer à coup de gueule et de bombage de torse musclé. Mais là , il a perdu tous ses atouts. Il se résigne à aller trouver une autre place plus loin. Dans le supermarché, il erre dans les rayons, à la recherche des produits repris sur la liste. Il se laisse tenter par toutes sortes d’en-cas et des bons vins dont il est très friant. Il fait fi des promotions et des sous-marques économiques cachées en bas des présentoirs. Il se met dans une file à la caisse. Lorsqu’il se penche pour attraper les article au fond du charriot, il remarque le regard vicieux de l’homme derrière lui qui plonge dans son décolleté. Ce dernier émet un sifflement de contentement, ce qui met Tony hors de lui :
– Si tu ne regardes pas ailleurs que mes nibards, je te colle ma boîte de petits pois dans les fesses. C’est compris ?
L’homme baisse le regard et contemple ses chaussures, et peut-être les jambes un peu velues de Tony. La caissière ayant fini de comptabiliser les achats, elle lui annonce un montant largement supérieur au total des billets contenus dans le porte-feuille de Lisa. Tony se souvient de leur conversation concernant le budget pour les courses. Il lui a imposé un budget de cent euros par semaine, sans lui donner accès à la carte bancaire, prétextant qu’il était généreux et qu’il lui resterait largement au-dessus. Il doit donc se résigner à laisser la moitié de son caddy avant de tout charger dans le coffre trop réduit de la Twingo.
De retour à la maison, impossible de se garer devant. Il lui faut faire de nombreux aller-retours, les bras chargés. Le rangement des courses lui paraît interminable. Il est déjà seize heure et il faut aller chercher le petit à l’école ! Il court d’une façon peu féminine pour parvenir à temps à la porte de la cour de récréation. Sa poitrine gonflée à coup de prothèses semble peser une tonne. Enzo est le dernier à attendre sa maman. L’institutrice regarde Tony transpirant et soufflant comme un bœuf, ou plutôt une vache, d’un air de désapprobation.
Le petit réclame son habituel goûter mais ce dernier est resté dans le chariot au supermarché. Tony lui propose d’autres choses qui ne semblent pas plaire à son fils. Celui-ci finit par manger un paquet de chips avec un verre de lait. L’heure tourne et il faut préparer le souper.
Un hachis parmentier ! Mais comment on prépare cela ? Il aurait pu commander au traiteur mais sans argent… Heureusement, des sites internet sont spécialisés dans la description de recettes simplifiées. Mais l’écran du GSM de Lisa est cassé et certains mots sont illisibles. Tant pis, il improvise. Après une heure de préparation, la cuisine est un vrai chantier et ses vêtements sont tachés de sauce tomate. Il met le plat dans le four et monte se couler un bon bain chaud. Avant qu’il n’ait le temps de se déshabiller, il entend Enzo l’appeler pour ses devoirs. Il lui faut une grosse demi-heure pour lui expliquer les règles de grammaire, le temps que son bain devienne froid et perde tout son attrait.
Tony, l’autre, entre vers dix-neuf heures. La maîtresse de maison est fière de déposer son hachis parmentier au milieu de la table pour s’entendre dire :
– J’ai déjà soupé avec les collègues.
Enzo goûte mais fait la grimace. En effet, il y a trop d’épices et la purée a la texture du ciment. Le tout finit dans la poubelle au grand désarroi du cuisiner d’un jour.
Tony réclame son habituel verre de vin et que son épouse lui retire ses chaussures après une dure journée de labeur. Une dure journée ? Il ne sait pas toutes les galères qu’il a connues aujourd’hui ! S’il savait… Rien ne sert de lui expliquer, il ne comprendrait rien.
Le soir tombe et Tony aussi… de fatigue. Il rêve de se coucher mais il faut que le petit prenne son bain. Il le laisse barboter une demi-heure, le temps de comater un peu dans la chambre. Lorsqu’il revient, on croirait qu’un tsunami a ravagé la salle de bain. Enzo a mis de l’eau partout en jouant à la bataille navale. Il faut éponger pendant dix minutes. Une fois en pyjama, il faut lui raconter une histoire. Il choisit Blanche-Neige. En voilà un conte machiste où l’homme sauve la femme d’un simple baiser.
L’enfant enfin endormi, Tony enfile avec plaisir sa robe de nuit même s’il aurait préféré son pyjama car il se sent un peu nu en bas. Il se couche avec plaisir dans son lit et se trompe de côté. L’autre Tony ne manque pas de le repousser à sa place. Dès que la lampe de chevet est éteinte, il commence alors à faufiler sa main sous la robe de nuit pour aller lui masser les parties intimes. Tony se rappelle alors que nous sommes jeudi et que c’est le jour où il acomplit son devoir conjugal. Mais cette fois, c’est lui est en-dessous, écrasé par le poids marital. Après avoir plus subi que joui, il se rend dans la salle de bains. C’est alors que la fée Ministe apparaît et demande :
– Alors, as-tu compris la leçon ?
– Oui, je ne dirai plus jamais que ma femme est une bonne à rien et que je suis meilleur. Je regrette mon comportement. Faites cesser cette journée. Je n’en peux plus. Je vous en prie…
Voyant le réel repenti de Tony, la fée remet chacun à sa place. Depuis lors, Tony se montre plus compréhensif envers sa femme, partage les tâches ménagères, lui donne les rênes du budget. Il n’a plus de propos machistes envers les femmes dont il connaît maintenant le quotidien chargé. Il craint plus que tout le courroux de la fée Ministe.
https://www.youtube.com/watch?v=AO43p2Wqc08
Posté le : 24/04/2016 18:55
Edité par couscous sur 25-04-2016 06:49:03
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